1. Elije qué tipo de web quieres crear
- Estas son algunas de las más importantes:
¿Para qué creas esta web? ¿Cuál es su temática? ¿Cuál es el público al que te diriges? Esto tiene que estar muy bien definido porque una web que no tenga bien definida su temática no funcionará. Los sitios “un poco de todo” no funcionan. - Si es una web personal, asegúrate de elegir realmente una temática de la que disfrutes creando contenido y que te motive a largo plazo. Si tienes varias temáticas candidatas, valora también mucho el potencial de monetización. No será una visión muy “romántica”, pero la realidad es que unos ingresos al mes, aunque pequeños, son muy motivadores.
- Y si es una web profesional, ¿tiene una parte de venta de productos o servicios? Si es así, quizás te interese dar un paso más y plantearte crear una tienda online WordPress.
2. Cómo elegir el dominio para tu web
Elegir el nombre de un dominio es una de las decisiones más importantes que vas a tomar en la creación de una web.
De todos modos, que no cunda el pánico: si al cabo de un tiempo te arrepientes de tu elección tampoco se acaba el mundo. Técnicamente no es complicado cambiar un dominio por otro y comercialmente tampoco es un drama si no ha pasado ya mucho tiempo.
Por el contrario, un buen ejemplo de dominio de palabras clave sería, por ejemplo, neumaticosbaratos.com. Esto tiene sentido cuando tu web se orienta a un nicho de demanda muy concreto, por eso, este tipo de webs se llaman también webs o sitios de nicho.
En su momento, además, tenían una cierta ventaja en el posicionamiento web. En el ejemplo anterior, si alguien buscaba “neumáticos baratos”, “comprar neumáticos baratos” o similares, el dominio tendría un plus de fuerza importante para estar arriba en los resultados.
Pero, según Google, esto hoy en día ya no es así.
No obstante, sí que puede ser que des con un nombre tipo palabras clave que te guste y encaje perfecto con tu proyecto. Así que ésta sí que puede ser una buena razón para usarlo
3. Cómo contratar el mejor hosting para WordPress
Una vez que tengas claro qué dominio usar, toca contratar el dominio y hosting para WordPress.
Esto es también un punto muy delicado porque si contratas un hosting malo, tu web no solamente irá mal, sino que tendrás un montón de problemas de caídas, etc.
Mi recomendación es que, si estás empezando y éste va a ser básicamente tu único proyecto web, lo contrates todo conjuntamente en el mismo proveedor.
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4. Instala WordPress en tu hosting
En la actualidad, el proceso de instalación de WordPress en un hosting es trivial porque, según el hosting que elijas, o bien, ya viene directamente preinstalado, o bien, lo instalas en un minuto con los asistentes tipo “un solo clic” de los proveedores de hosting.
No obstante, si te importa trastear con la parte técnica, te recomiendo intentar hacer la instalación “clásica” o nativa de WordPress donde no se usa el asistente del proveedor.
Ves mucho mejor cómo está hecho (los ficheros de código PHP por un lado, la base datos por el otro, etc.) y puedes parametrizar mucho mejor los detalles si te gusta tener el control sobre los detalles como en mi caso y, total, tampoco pasarás de mucho más de 5 o 10 minutos.
5. Ajusta las configuraciones básicas de WordPress
Una vez que WordPress está instalado, toca personalizar algunos ajustes básicos para que estén configurados según tus preferencias.
A partir ya es una cuestión personal si quieres personalizar aún más la configuración. Mi recomendación es que, tras realizar los ajustes básicos explicados en el vídeo, hagas un repaso a las demás opciones de configuración de WordPress por si algunas te resultan interesantes.
Además, al ser WordPress tan popular, si tienes cualquier duda sobre una opción basta buscarla por su nombre y encontrarás abundante información sobre ella.
6. Elije el mejor tema WordPress para tu Web
En el lado del diseño, tenemos a los temas o plantillas de WordPress. Estas plantillas funcionan como unas extensiones que se instalan aparte en una web de WordPress.
Esto quiere decir que puedes instalar cualquier tema o plugin de los que existen. Tan sólo en el repositorio gratuito de WordPress existen miles de temas y decenas de miles de plugins. Pero, además, tienes también una infinidad de temas y plugins comerciales.
El tema que viene instalado por defecto es un tema muy simple que no suele ser el más recomendable. Generalmente, compensa que instales un tema con más posibilidades.
7. Instala plugins adicionales para tu web
WordPress, “de fábrica”, está concebido como el núcleo imprescindible para crear una web. La idea es que así sea lo más “ligero” posible y que luego cada cual lo amplíe según sus necesidades.
Por ejemplo: lo normal es que quieras tener un formulario de contacto, pero un pequeño % de webs no lo necesitan. ¿Por qué cargar a todas las instalaciones webs con esa funcionalidad si algunas no la necesitas? Si la necesitas tú, le metes un plugin de formulario de contacto.
Así que, aquí vamos a repasar, por una parte, plugins imprescindibles para la mayorías de las webs y otros que puede ser muy interesante añadir también. Eso sí, no sin antes advertir que la idea no es añadir indiscriminadamente plugins a tu web. Los plugins añaden complejidad al código ejecutado en WordPress y cargan con ello al servidor. Algunos son muy livianos, pero otros impactan la velocidad de la web.